viernes, 30 de enero de 2015

Los Seminarios "Redemtoris Mater"




 Son uno de los frutos más importantes de la renovación conciliar; Una realidad completamente nueva, deseada por el Concilio Vaticano II que en la Presbyterorum Ordinis N. 10 indica: “Recuerden, pues, los Presbíteros que deben llevar atravesada en su corazón la solicitud por todas las Iglesias. Por tanto, los presbíteros de aquella diócesis que son más ricas en abundancia de vocaciones, muéstrense de buen grado dispuestos, a ejercer su ministerio en regiones, misiones u obras que sufren escasez de clero. Así, pues, para este fin pueden constituirse algunos Seminarios Internacionales, en los que puedan ser incardinados los presbíteros, según normas que se establecerán para cada uno de los casos y salvos siempre los derechos de los Ordinarios del lugar, para bien común de toda la Iglesia (PO,10). En 1991, el Papa Juan Pablo II estableció la Comisión Inter-congregacional para tratar la grave escasez de sacerdotes en muchas partes del mundo, y reconoció: “Esta idea del Concilio se ha aplicado en los Seminarios Redemptoris Mater, que preparan a presbíteros para la nueva evangelización, según el programa del Camino Neocatecumenal... pudiendo realizar así una forma nueva del ministerio: el misionero diocesano.” (L' Osservatore Romano, la Edición italiana, 15.3.91).

  Como ha sido expresado en los Estatutos y la Regla de Vida, los Seminarios Redemptoris Mater no son seminarios del Camino Neocatecumenal, sino que son verdaderos Seminarios diocesanos que dependen del Obispo. Los estudiantes en dichos colegios reciben la misma formación teológica que los otros seminaristas de la diócesis. Durante un año realizan el trabajo pastoral en las parroquias como diáconos y dos años más en la diócesis como presbíteros, antes de que el Obispo los pueda mandar en misión. Pero si el Obispo tiene la necesidad de ellos en su diócesis, puede incorporarlos donde desea, dado que son ordenados sin ninguna condición previa.

  Una característica de estos Seminarios Redemptoris Mater es que son internacionales: Están a disposición de todo el mundo y en el servicio de la Iglesia. La experiencia ha mostrado que, combinar la iniciación a la vida cristiana – el Camino Neocatecumenal - con la formación del presbítero, es una ayuda magnífica para el desarrollo psicológico, afectivo y humano de los candidatos. (Antes que presbíteros ellos son cristianos, y en el camino de la fe ellos aprenden la oración, la obediencia, el sentido de la Cruz, para estar en comunión, etc..) Sobre todo, es una ayuda para unir la misión con la parroquia, ya que el Camino Neocatecumenal es un tiempo de formación que termina en la parroquia, en donde, de forma adulta, viven las comunidades la misión en unión con el Párroco y con el Obispo.

  Muchos Seminarios Redemptoris Mater se han erigido en todo el mundo. En Roma nació el primer Redemptoris Mater en 1987, y más de 100 presbíteros han sido ordenados desde entonces en dicho Seminario. Cerca de 800 son los presbíteros que desde 1987 se han ordenado en los 46 Redemptoris Mater que hay extendidos en los cinco continentes, y son más de 1500 los que se están preparando en ellos para el sacerdocio y la misión.

El Camino Neocatecumenal en el Mundo






  El Camino está presente en todos los continentes, en más de 900 diócesis, con un total de más o menos 40.000 comunidades en más de 6.000 parroquias.43 Hay también varios seminarios del Camino llamados Redemptoris Mater (Madre del Redentor). En 2014 son 102 los Seminarios existentes en todo el mundo.44 45 Geográficamente, el Camino Neocatecumenal se halla principalmente en Europa y América.[cita requerida] Se estima que existen más de 1.000.000 de miembros del Camino Neocatecumenal, de los cuales 300.000 se encuentran en España.

  El número más alto de comunidades en el mundo está en Italia y España.47 Además, otros países en Europa donde el Camino está particularmente presente, son Polonia, Portugal, Croacia y Malta. En el continente americano hay muchas comunidades especialmente en Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Paraguay, México, Colombia, Argentina, Venezuela, Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Nicaragua y República Dominicana.




Bautizado en el rito del Camino Neocatecumenal




Responsables






  Actualmente el grupo responsable internacional del Camino Neocatecumental está compuesto por los iniciadores, Kiko Argüello y Carmen Hernández, unidos a un sacerdote, el P. Mario Pezzi.41 Este equipo nombra el colegio electivo (compuesto por 120 miembros).

 Del equipo responsable internacional dependen los equipos llamados de "catequistas itinerantes" responsables del Camino Neocatecumenal en las demás naciones y regiones del mundo. Contribuyen a formar comunidades y a mantener la relación con los obispos de las diócesis en las que trabajan. Los equipos itinerantes mantienen también la relación con los responsables internacionales, visitan las comunidades catequizadas por ellos y se ocupan del desarrollo del Camino en el territorio asignado.

 Estos equipos itinerantes pueden estar formados por hombres o mujeres célibes, por matrimonios e incluso por sacerdotes diocesanos o religiosos (siempre que cuenten con el permiso de su ordinario o superior religioso). Van al sitio asignado y trabajan desde la parroquia aunque pueden dejar el equipo cuando lo deseen. También van a fundar nuevas comunidades del Camino en otros sitios cuando el obispo o algún párroco lo solicita.cita requerida

Organización




 El camino neocatecumenal se vive en comunidades de entre 20 y 50 miembros aproximadamente, lo que permite que se establezcan relaciones personales muy estrechas entre sus miembros . La duración del mismo está entre 20 y 40 años aproximadamente, pero las comunidades nunca se disuelven y se fusionan entre ellas cuando hay pocos miembros. Esto hace que las comunidades del Camino Neocatecumenal duren más que la mayoría de los demás grupos parroquiales.



 La formación y guía de las comunidades están a cargo de un equipo de laicos supervisados por un sacerdote, el sacerdote interviene y guía de manera que todo lo expuesto por estos catequistas, que previamente poseen formación y experiencia en la fe, esté enmarcado dentro del magisterio de la Iglesia Católica. Estos laicos se denominan "Catequistas"40 . Esta formación de las comunidades pasa por distintas etapas y "pasos" que están explicados en el Directorio Catequetico del Camino Neocatecumenal aprobado por la Santa Sede en enero de 2011. Sin embargo, los catequistas aconsejan a los miembros de las comunidades no revelar los ritos de las etapas del catecumenado a los miembros que van por detrás.

 Además, cada año se realiza una convivencia de transmisión,[Aclaración requerida] en la cual cada año se da una catequesis sobre un tema distinto del magisterio de la Iglesia. En estas convivencias se hacen llamadas vocacionales a personas que sientan que su misión es evangelizar o ir a un seminario así como ser "familia en misión" (la propia familia decide irse a evangelizar a otros países). Además, ocasionalmente se realizan encuentros en diferentes lugares con los iniciadores, en los que también se hacen llamadas vocacionales.

Itinerario Neocatecumenal







El Neocatecumenado se divide en tres fases, las cuales a su vez se encuentran subdivididas en diferentes etapas llamadas "pasos".

Catequesis de inicio

 El camino neocatecumenal empieza con un conjunto de catequesis denominadas genéricamente como Catequesis para jóvenes y adultos sin una referencia directa al camino neocatecumenal que las organiza  . Esta etapa se extiende durante catorce encuentros, que duran alrededor de dos meses, en los cuales se comienza proclamando el Kerigma (termino griego que significa “anuncio”, “proclamación), es decir el anuncio de la resurrección de Jesús, “Dios hecho hombre”, muerto sobre la cruz por la salvación de la humanidad, por rescate de cada uno del pecado y del mal. Con la finalización de este “primer anuncio” y tras explicar la naturaleza del camino neocatecumenal, si el número de participantes lo consiente y voluntariamente ellos así lo desean, nace una nueva comunidad la cual es invitada a emprender su propio camino de crecimiento y maduración en el seno de la parroquia, alimentada por el Trípode Palabra de Dios - Liturgia - Comunidad fraternal.


Precatecumenado


La primera fase, conocida como precatecumenado postbautismal es una fase de kenosis, es decir de “descenso”, de humildad, en el conocerse mejor a través de la comunidad. Esta fase se compone de tres etapas[cita requerida]. "Primer escrutinio bautismal" o "Primo paso" que ilumina al neocatecúmeno sobre el significado cristiano del sufrimiento y la cruz, y su relación con los “afectos” y con los bienes. En este paso se invita al neocatecúmeno a vender sus bienes y a entregar el dinero a los pobres como limosna31 , según lo establecido en el catecismo:


Jesús exhorta a sus discípulos a preferirle a Él respecto a todo y a todos y les propone “renunciar a todos sus bienes” (Lc 14, 33) por Él y por el Evangelio (cf Mc 8, 35). Poco antes de su pasión les mostró como ejemplo la pobre viuda de Jerusalén que, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir (cf Lc 21, 4). El precepto del desprendimiento de las riquezas es obligatorio para entrar en el Reino de los cielos.

Catecismo 2544

El Shema se centra en tener a Dios como único señor, e insistiendo también en que un Cristiano debe "preferirle a Él respecto a todo y a todos". En esta etapa se enseña al neocatecumeno la importancia de la familia como “una iglesia doméstica” en la cual se transmite la Fe a los hijos a través de una liturgia doméstica 32 , que son los laudes de la Iglesia Católica, y se reproducen las catequesis efectuadas en el primer paso.

"Segundo escrutinio bautismal" o "segundo paso", el que completa la fase de precatecumenado, en el cual el neocatecumeno es invitado a reconocerse débil y necesitado de Dios , a aceptar su propia vida como obra de Dios, y a renunciar a los ídolos (bienes materiales o dependencias afectivas) sobre los cuales funda su propia “seguridad” y que le impiden tener al señor como único Dios.


Catecumenado Postbautismal


La segunda fase es el catecumenado postbautismal, la cual se divide en tres etapas; la primera, de oración litúrgica y personal que termina con la entrega de la Liturgia de las Horas; la segunda corresponde con la entrega y predicación del credo; y la tercera continúa con la oración litúrgica y contemplativa, finalizando con la entrega del Padrenuestro.[cita requerida]


Elección


La tercera y última fase es la elección en la que se estudian y celebran los diversos pasajes del Sermón de la Montaña. Durante esta fase se renuevan las promesas bautismales en la Vigilia Pascual y se realiza una peregrinación a Tierra Santa . Además, se celebra una eucaristía diaria durante la cincuentena pascual.


Diferencias respecto de los demás grupos católicos


La primera diferencia respecto de los demás grupos y movimientos católicos es la denominación, pues el Camino Neocatecumenal no se define ni como orden, ni comocongregación religiosa, ni como movimiento apostólico ni como prelatura personal, sino como «itinerario de iniciación cristiana posterior al bautismo o para recibir este sacramento», y por tanto el Camino Neocatecumenal promueve una catequesis de laicos adultos  . El Camino Neocatecumenal es única organización en la Iglesia católica que ha recibido hasta la fecha esta denominación  .

Existen también puntos en su praxis en donde se diferencian del resto de los grupos: una serie de concesiones especiales de la Santa Sede, y otras prácticas que en algunos casos no son habituales en toda la Iglesia Católica:
  • Celebraciones eucarísticas en la víspera del Domingo (sábado por la noche) y en pequeñas comunidades. Esto no es del todo una peculiaridad[cita requerida], pues, según la tradición heredada por la Iglesia del judaísmo, la celebración del día del Señor se anticipa desde el anochecer del día anterior, y en numerosas parroquias en todo el mundo se anticipan las misas dominicales al sábado, tanto antes como después de las I Vísperas.
  • Los participantes reciben la comunión en sus lugares, aunque de pie, como marca la Iglesia, y con las dos especies (pan ácimo y vino), como marca la Instrucción general del Misal Romano (n. 319-324).
  • El rito de la paz, por concesión especial pero no única, viene trasladado al momento anterior a la presentación de las ofrendas, y no antes del "Agnus Dei", según un texto del Evangelio (Mateo 5:23-24) y la praxis de algunas tradiciones litúrgicas como la Hispano-Mozárabe o la Ambrosiana (Milán) desde el principio del cristianismo.[cita requerida]

El cardenal Francis Arinze aconsejaba que se utilizaran en la consagración las diferentes plegarias eucarísticas ya que, como en muchos otros lugares de culto, si se cantaba solo acostumbraban a usar la segunda. Además les solicitó:

En cuanto a la manera de recibir la santa Comunión, se da al Camino Neocatecumenal un período de transición, que no dure más de dos años, para pasar de la manera generalizada entre sus comunidades de recibir la Comunión -por ejemplo, sentados, utilizando una mesa adornada colocada en el centro de la Iglesia, en lugar del altar dedicado- a la manera normal para toda la Iglesia de recibir la santa Comunión. Esto significa que el Camino Neocatecumenal tiene que caminar hacia la manera prevista por los libros litúrgicos para la distribución del Cuerpo y de la Sangre de Cristo 

Aunque en las salas de celebración, como permite el Concilio Vaticano II[cita requerida], no hay un altar dedicado, si hay una mesa central dedicada a la celebración eucarística.

Es importante mencionar el discurso que el Papa Benedicto XVI les había dado el 12 de enero de 2006 y que se presentaba como una especie de colofón de los estudios sobre temas litúrgicos relacionados con el Camino Neocatecumenal durante dos años. Según dice el cardenal Arinze en la mencionada entrevista, el 1 de diciembre de 2005, envió una carta indicando que debían usar los libros litúrgicos para la celebración de la misa sin añadir ni omitir nada de las rúbricas. De ahí el comentario del Papa:


Precisamente para ayudar al Camino Neocatecumenal a hacer aún más eficaz su acción evangelizadora en comunión con todo el pueblo de Dios, la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos os ha impartido recientemente en mi nombre algunas normas concernientes a la celebración eucarística, después del período de experiencia que había concedido el siervo de Dios Juan Pablo II. Estoy seguro de que cumpliréis atentamente estas normas, que recogen lo previsto en los libros litúrgicos aprobados por la Iglesia

Audiencia a los miembros del Camino Neocatecumenal, 12 de enero de 2006

Si alguna rúbrica se había omitido era por motivos catequeticos y, por tanto, desde ese momento, siguiendo lo indicado por la Iglesia, no se omite ninguna.

El día 13 de junio de 2008 se hizo la entrega definitiva del estatuto del Camino Neocatecumenal con su completa aprobación por parte de la Santa Sede. Durante un acto celebrado en la sede del dicasterio, el cardenal Stanisław Ryłko entregó el decreto de aprobación junto con el texto final de los Estatutos a los iniciadores del Camino, Kiko Argüello y Carmen Hernández y al sacerdote italiano Mario Pezzi. De este modo, se lee en un comunicado hecho público, "concluye el 'iter' iniciado en 1997, por mandato del Papa Juan Pablo II, para otorgar al Camino un "reconocimiento jurídico formal" y hacerlo "patrimonio universal de la Iglesia .

El estatuto definitivo contiene algunos cambios con respecto al aprobado en 2002, aunque la principal novedad es el reconocimiento de su personalidad jurídica pública, lo que le confiere una autoridad eclesiástica para impartir su característico método de formación católica. En los nuevos Estatutos se afirma que "el Camino Neocatecumenal está al servicio del obispo como una de las modalidades de actuación diocesana de la iniciación cristiana y de la educación permanente en la fe".[cita requerida] Aparte de estos aspectos, los nuevos Estatutos no contienen "ningún cambio fundamental" y "casi todos los artículos son reproducción exacta de los antiguos".

música 


Orientación Carismática




  Kiko Argüello, iniciador del camino, presenta la espiritualidad del Camino Neocatecumenal como una adaptación de la dinámica de las primeras comunidades cristianas, a partir de la invitación del Papa Pablo VI que decía:

Nuestro tiempo tiene necesidad de retomar la construcción de la Iglesia, casi, psicológica y pastoralmente, como si comenzase de nuevo

El camino se organiza en tres periodos fundamentales, cuyo objetivo es la maduración en la Fe de sus miembros, y que son la base del plan pastoral y el carisma que los neocatecumenales aplican en sus 26 comunidades .
  • El anuncio del kerigma que realizaban los cristianos o "discípulos" que iban de ciudad en ciudad.
  • Un período de conversión y formación llamado catecumenado.
  • La renovación de las promesas bautismales, que se recibieron en el bautismo.

jueves, 1 de enero de 2015

objetivos de este camino

Con frecuencia el catecumenado sufre una degeneración o deformación práctica, porque o no se han identificado sus objetivos o no se realizan de modo adecuado. Por eso deben tenerse siempre presentes.


a) Maduración de la conversión y de la fe. El catecumenado, bien se realice antes o después del bautismo, tiende a profundizar y madurar la conversión y la fe a través de un proceso histórico y prolongado, que propone una pedagogía de crecimiento y aprendizaje, en la que entran como elementos fundamentales la ilustración y profundización en la fe por la catequesis y el diálogo, la expresión y celebración de esa fe por la oración y los símbolos, la experiencia de Dios y el compromiso cristiano por el amor y la justicia. La fe y la conversión, que ya existen primariamente antes del catecumenado, ahora arraigan en la vida, desarrollan todas sus dimensiones, y engendran toda su fuerza misionera de expansión por el compromiso cristiano. El objeto o contenido de esta fe y conversión no puede ser otro que Cristo mismo y su misterio de salvación.

b) Experiencia del Espíritu e inmersión en el misterio. El segundo objetivo del catecumenado es progresar en la participación del misterio de Cristo, desde un descubrimiento de la propia identidad a partir de la experiencia, el don y la fuerza del Espíritu. No basta que el misterio nos sea ofrecido por la palabra y los signos. Es preciso sumergirse, venir a la experiencia personal y vital por las que el mismo iniciado cree y acepta gozosamente este misterio, no como algo que se le ofrece desde fuera, sino como algo en lo que vive desde dentro y que transforma su propio ser, dando sentido a su existencia total. No se trata tanto de una introducción intelectual cuanto de una inmersión vivencial, por la que, más que pretender desentrañar el misterio con las categorías de la razón, se intenta vivirlo con la entrega del corazón, con la experiencia del gozo, con la admiración y el entusiasmo, con la contemplación, la oración y la acción. Y todo esto sólo es posible desde la experiencia del Espíritu, como el don pascual y gozoso, transformador y agraciante de una realidad insuperable e indecible.


c) Vinculación más estrecha a la iglesia y experiencia de comunidad. Ni la iglesia se entiende sin catecumenado ni el catecumenado se entiende sin la iglesia. Hacer el catecumenado es ir al encuentro de la iglesia por la mediación de la comunidad eclesial. Hayan sido o no bautizados todavía los catecúmenos, siempre será el catecumenado ese momento álgido de los desposorios entre la iglesia y el catecúmeno. Un momento en el que uno no es sólo introducido, sino que se introduce; no sólo se le declara miembro, sino que lo acepta libre y gozosamente; no sólo es vinculado a la iglesia, sino que se siente perteneciente a ella; no sólo vive en la comunidad, sino que hace la vida de la comunidad... Por eso el catecumenado es vinculación y experiencia de comunidad al mismo tiempo. Y éste es el objetivo que debe perseguir con todas sus fuerzas.


d) Aceptación responsable de la misión. Es decir, de las tareas eclesiales, con el compromiso de ser testigo de Cristo y de difundir y defender la fe con palabras y obras, para la edificación de la iglesia en el mundo. El cambio moral, el compromiso eclesial y temporal que supone el catecumenado implica la capacitación humana y cristiana para asumir aquellas tareas que, en correspondencia con el propio carisma, lleven al cumplimiento de la misión que Cristo ha encomendado a todos los miembros de la iglesia, aunque la participación sea diferente. En el compromiso con la palabra (servicios y ministerios de la palabra), con el servicio cultual (servicios y ministerios litúrgicos), con la caridad y la justicia (servicios y ministerios sociales), con la dirección para la comunión (servicios y ministerios para dirigir, animar o presidir la comunidad) se encuentran expresadas todas lasdimensiones de realización de la misión

Origenes del camino neocatecumenal


  ¿Qué significa neocatecumenado?: Catecumenado es el proceso de preparación para el bautismo. El neocatecumenado es un catecumenado postbautismal para redescubrir el bautismo entonces El Camino Neocatecumenal es un programa de formación cristiana, un itinerario de formación católica, un modo de iniciación cristiana y de educación permanente de la fe. El Camino Neocatecumenal no es una asociación, ni un movimiento, ni una congregación religiosa.

 orígenes:

A principios de los años sesenta, Kiko Argüello, un pintor español, después de una crisis existencial, descubrió en el sufrimiento de los inocentes, el tremendo misterio de Cristo Crucificado, presente en los últimos de la tierra. Esta experiencia le llevó a abandonar todo, y siguiendo las huellas de Charles de Foucauld, se fue a vivir entre los pobres de las barracas de "Palomeras Altas", en la periferia de Madrid. Carmen Hernández, licenciada en química y en teología, que había estado en contacto con la renovación del Concilio Vaticano II a través del P. Pedro Farnés Scherer (liturgista) y que, llamada por el Obispo, estaba tratando de formar un grupo para ir a evangelizar a los mineros de Oruro (Bolivia), conoció a Kiko Argüello. E iniciaron su tarea evangelizadora entre las chabolas.

   Para la Iglesia, con la Iglesia.- Esta síntesis kerigmática teológico-catequética fue bien acogida por los pobres, que no se defendían ante ella y que respondían con enorme gratitud, constituyendo una comunidad cristiana, donde nació la primera semilla, el primer "grano de mostaza", de lo que hoy vemos como el desarrollo de un gran árbol lleno de frutos. Este germen fue reconocido por el Arzobispo de Madrid, Mons. Casimiro Morcillo, quien, visitando las barracas, constató la acción del Espíritu Santo y lo defendió, lo bendijo y lo reconoció como una acción verdadera del Concilio Vaticano II y mandó llevarlo a las parroquias de Madrid, poniendo como condición que el Párroco estuviese al centro, aprobando ad experimentum las novedades litúrgicas necesarias para la iniciación cristiana: palabra, liturgia y comunidad.

   De las barracas a las parroquias.- Así, el Camino, que había nacido en medio de tantos sufrimientos entre los más pobres, a través de Don Casimiro Morcillo fue llevado a las parroquias. La primera era una parroquia de clase medio-alta. Allí, Kiko, Carmen y algunos hermanos pobres de las barracas, fueron invitados a hablar de la Eucaristía, pues el Párroco había quedado impresionado de la fuerza de la liturgia en las barracas. Más tarde fueron invitados a ir a una parroquia rural de Zamora, en un barrio de agricultores, de gente muy religiosa. De vuelta a Madrid, realizaron otras dos experiencias en la parroquia "Pío XII" - de clase alta - y en Canillejas, en la periferia de los nuevos barrios-dormitorio, para continuar evangelizando en otras parroquias.

   Aparece un itinerario.- Frente al desafío con el que se encontraba esta síntesis teológico-catequética llevada por el grupo de las barracas de Madrid, se vio en seguida que en las parroquias muchos usaban las catequesis para "revestirse" aún más, como si se tratase de conferencias para ilustrar la mente y enriquecer la cultura; en definitiva, no como un camino de bajada y de kenosis, en el que hacer morir poco a poco al hombre viejo, para poder ser repletos de la nueva creación en el Espíritu Santo.

   De este modo, apareció, poco a poco, la renovación del Bautismo, como camino fundamental para llegar a una fe adulta, capaz de responder al cambio de época que se estaba verificando. Pues en las parroquias, mucha gente que frecuentaba los sacramentos, estaba insuficientemente catequizada e ignoraba en gran parte los contenidos del Bautismo. Abriendo un camino de iniciación cristiana de tipo catecumenal postbautismal, estas personas encontraban la posibilidad de recorrer las etapas del Bautismo que habían recibido de pequeños, naciendo así a una vida nueva.

    Reconocimiento del Camino Neocatecumenal.- El 30 de agosto de 1990, el papa Juan Pablo II, en la carta Ogniqualvolta (AAS-82.90,1513-1515) dirigida a Mons. Paul Josef Cordes, entonces Vice-Presidente del Pontificio Consejo Pro Laicis y delegado "ad personam" para el apostolado de las Comunidades Neocatecumenales, concluía:
Después de más de veinte años de vida de las Comunidades extendidas por los cinco continentes,
- teniendo en cuenta la nueva vitalidad que anima a las parroquias, el impulso misionero y los frutos de conversión que resultan del trabajo de los itinerantes, y, últimamente, de la obra de las familias que evangelizan en zonas descristianizadas de Europa y del mundo entero;
- considerando las vocaciones surgidas de este Camino para la vida religiosa y para el presbiterado, y el nacimiento de Colegios Diocesanos de formación al presbiterado para la nueva evangelización, como el Redemptoris Mater de Roma;
- (...) reconozco el Camino Neocatecumenal como un itinerario de formación católica, válida para la sociedad y para los tiempos actuales.
Deseo, por tanto, que los hermanos en el Episcopado valoren y ayuden, junto con sus presbíteros, esta obra para la nueva evangelización, para que la misma se realice según las líneas propuestas por sus iniciadores, en espíritu de servicio al Ordinario del lugar y de comunión con él, y en el contexto de la unidad de la Iglesia particular con la Iglesia universal.


    El 24 de enero de 1997, en la audiencia concedida a los iniciadores del Camino Neocatecumenal y a los itinerantes, el Santo Padre animó a llevar adelante el trabajo de redacción de un "Estatuto del Camino". Juan Pablo II lo confirmó el 29.VI.2002, por cinco años. Su aprobación definitiva tuvo lugar el 13.VI.2008, por Benedicto XVI